ARQUEOLOGÍA DEL PERÚ

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Ubicación Política
País: Perú
Región: Lima
Provincia: Barranca
Distrito: Supe
Coordenadas UTM WGS84
Norte 8'794,744
Este 224,423
Altitud
m.s.n.m. 359
 














Los Alteres del Fuego Sagrado

Para los curacas de Caral poder predecir el clima y entender los indicadores que la naturaleza ofrece para su comprensión (como el movimiento de los astros, por ejemplo) era importante pues les permitiría planificar la producción (como el cultivo y la pesca) y de ese modo asegurar la subsistencia. Poder predecir el comportamiento de la naturaleza no depende de la adivinación o la suerte, sino de poder entender las señales que ella misma nos ofrece. Entender esas señales era "hablar" con las huacas. En Caral existe un lugar muy especial donde se entabló esta comunicación: el "Altar del Fuego Sagrado".

Caral
Vista del Altar del Fuego Sagrado del Templo del Anfiteatro.

Los arqueólogos en Caral han encontrado varios de estos altares, ubicados no solo en las pirámides más importantes, sino también en edificios pequeños, como la Pirámide del Altar Circular.

El "Altar del Fuego Sagrado" es una pequeña habitación de forma circular o rectangular con un único ingreso en cuyo interior hay un pequeño pozo (al centro, en el piso) donde en especiales ceremonias se incineraron pequeñas ofrenda. Un conducto de ventilación corre por debajo del piso y conecta el exterior del recinto con el interior del pozo alimentando de oxigeno la flama producto de dicha incineración. Es común que el piso de este ambiente presente dos niveles, uno más alto, que corre pegado a los muros y otro nivel más bajo, al centro, donde se ubica el pozo de las incineraciones. Algunos altares del fuego sagrado están asociados a otros pequeños recintos que sirven de ambientes auxiliares y en algunos casos todo el conjunto está rodeado por un muro perimétrico que lo aísla del entorno y restringe su comunicación con el exterior a través de un solo ingreso.

Caral
Reconstrucción tridimencional computarizada del Altar del Fuego Sagrado del Templo del Anfiteatro.

En los siglos posteriores a la construcción de estos altares en Caral surgieron en varias zonas de los andes peruanos muchos otros sitios que compartieron la tradición de los "Altares del Fuego Sagrado", como Huaricoto, Shillacoto, La Galgada, Piruro y principalmente: Kotosh. Fue en este último sitio donde en 1958 la misión arqueológica de la Universidad de Tokio encabezada por el Dr. Seiichi Izumi excava por primera vez una de estas estructuras y la presenta como el principal elemento distintivo de una cultura muy antigua en los andes que llamaron "Tradición Mito".

Décadas después, la Dra. Ruth Shady y su equipo excavan aquí, en Caral. Uno de los primeros hallazgos que les llamó poderosamente la atención fue descubrir la presencia de una estructura similar a la ya muy conocida estructura de Kotosh, nombrada por ellos de aquí en adelante como Altar del Fuego Sagrado.

Caral
Altar del Fuego Sagrado en el conjunto residencial asociado a la Pirámide de la Galería.

Uno de los principales es el Altar del Fuego Sagrado en la Pirámide del Anfiteatro. Se ubica al interior del muro perimétrico de esta pirámide pero en una zona periférica, aislada del conjunto principal de estructuras de esta edificación y del resto de la ciudad. El recinto principal es una pequeña estructura de planta circular de un solo ingreso y piso a doble nivel. Al centro, un pozo para incineraciones. Este "Altar Circular" estuvo contenido dentro de otro recinto cuadrangular más grande, dándole la privacidad que un ambiente sagrado necesita.

A la pequeña habitación circular del fogón sólo tendría permiso (y espacio) para acceder una persona, la encargada de realizar las incineraciones como parte de una ceremonia de tributo o pago por algún favor solicitado a los dioses. Debajo del pozo se ha reportado el hallazgo de dos conductos de ventilación, uno orientado con rumbo norte y el otro con rumbo sur. Al interior del primero se halló ceniza blanca, probablemente producto de la quema de conchas (valvas de moluscos o caracoles marinos) y huesos de pescado. Al interior del segundo (el de rumbo sur) se halló ceniza de origen orgánico animal, probablemente mates, semillas o huesos (Shady, Dolorier y Casas 2000).

Caral
Altar Circular del Fuego Sagrado en el Templo del Altar Circular.

Este Altar del Fuego Sagrado fue construido con muros de piedras unidas con argamasa de barro y enlucidos con una gruesa capa, también de barro. Las paredes y el piso estuvieron pintados y como parte del cuidado recibido fueron periódicamente repintados (Shady, Dolorier y Casas 2000).

El Templo Mayor, la contraparte en el sector alto del Templo del Anfiteatro (sector bajo) también tiene un Altar del Fuego Sagrado. Este se ubica en la cumbre de la pirámide, en el sector Este del Atrio sobre una plataforma de 90 centímetros de alto construida a propósito para soportar dicho altar. Su forma es cuadrangular (2,80 metros por lado) y su altura promedia los 1,70 metros. Los muros son de 40 centímetros de ancho y presentan, en su cara interna y externa, una capa de 4 milímetros de barro muy fino como enlucido sobre el cual se aplicó al menos 15 capas de pintura blanca-plomiza. Para las caras exteriores se ha reportado capas de pinturas blanca-plomiza-crema y roja. El piso presenta el clásico diseño de doble nivel y estuvo protegido por una esterilla tejida con fibra vegetal. Por debajo de éste piso corre un conducto de ventilación que lleva oxígeno al pozo, ubicado en el nivel bajo del piso al centro del recinto. Un angosto vano de 35 centímetros de ancho en la pared sur es la única vía de ingreso o salida (Shady, Machacuay y López 2003).

Caral
Reconstrucción tridimencional computarizada del Templo del Altar Circular.

Este Altar del Fuego Sagrado fue incluido dentro del diseño del Templo Mayor en sus últimas fases de remodelación. En forma y diseño es similar y contemporáneo en el tiempo a los altares de los sitios arqueológicos de La Galgada y Kotosh (alrededor del 2000 a.C.). Es muy probable, según los reportes publicados, que las ceremonias realizadas en este altar incluyeran la incineración (en el pozo ya mencionado) de conchas de moluscos marinos, vegetales y telas de algodón, que son representantes de los principales productos consumidos y producidos aquí en Caral. Sobre el piso del altar se menciona el hallazgo de valvas (enteras y fragmentadas) de moluscos como el "Choro" (Choromythilus sp.) y la "Macha" (Mesodesma donacium), huesos de pescado, como la "Sardina" (Sardinops Sagax) y la "Anchoveta" (Engraulis ringens), así como semillas y restos de otros vegetales (Shady, Machacuay y López 2003).

Los Altares del Fuego Sagrado son uno de los elementos que distinguen a Caral y su civilización (junto a la pirámide, la plaza circular y la escalera que une ambas) y se les pueden encontrar en casi todas las estructuras de esta ciudad. No sólo están presentes en las grandes construcciones (como los dos ejemplos anteriormente tratados), también están en pequeñas pirámides, como el llamado Templo del Altar Circular. También se han reportado la presencia de dichos altares inclusive en pequeñas estructuras consideradas como domésticas.

Textos, fotos y dibujos: Lizardo Tavera


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